domingo, 30 de octubre de 2011

UN OASIS



Hay relaciones que se construyen desde el techo

y sobre arenas movedizas.

Esas se derrumban con el primer temblor

y para siempre.

Hay relaciones que se construyen poco a poco,

desde abajo

y aparejo sobre aparejo.

En ellas se utiliza buena y abundante

argamasa.

En ellas la arena

son los problemas y las dificultades.

Esta arena no llega a movediza

porque siempre se la lleva el viento.

Esta arena da consistencia y vida a

nuestra argamasa.

La arena que nos sobra

se la lleva el viento.

Nos quedan, para vivir,

un ardiente siroco 
y un oasis hermoso. 

jueves, 20 de octubre de 2011

TRASCENDENTAL TALE



Se cansó de ser trascendental. Vivió muchos años yendo y viniendo a conciertos de jazz. Cuartetos, tercetos, solos, bands, Heineken Festival, nueva temporada de conciertos de música clásica en teatros nacionales y comunales.
Se cansó de leer tanto. Quijotes, Potters, Evas Lunas, Poes y sus terrores, Shakespeares y sus amores, Quirogas, Cortázars e infinitas historias de infamias y demás reproducciones de hechos y deshechos del ser humano y no humano.
Teatros, periódicos, noticias en la radio y en internet. Conocimiento del mundo y de lo que ocurre en él.
Se cansó de vivir en la ignorancia. Se dio cuenta de que para dejar de estar en el desconocimiento en grado superlativo se tenía que cultivar. Debía estudiar, entender y saber hablar de lo que ese día gobernaba el mundo y sus dineros: Standars and Poors, Fitch y Moody's.
Debía se salir del oscurantismo. El periodismo y sus cinco W le ayudarían: Who, Why, When, Where & How.
¿Quién estaba detrás de todas esas agencias de  calificación? ¿Qué objetivo tenían? ¿El mundo vivía una guerra sin balas? ¿Era esa la Tercera Guerra Mundial? La guerra entre dos letras: la S y la E. Consonante contra vocal. Formaban una buena sílaba. Y ahora, la buena pareja se divorciaba.

martes, 11 de octubre de 2011

YO OPINO… SOBRE LOS AVIONES Y SUS ASIENTOS

Sí, acabo de leer un pequeño artículo en El País donde habla de los asientos reclinables de los aviones. Estos estupendos y maravillosos asientos, donde desde el principio debes ir amarrada no vayas a salir volando en el despegue, son el mayor motivo de conflicto dentro de los aviones. Personalmente, yo me he encontrado protagonizando uno. Que sí, que soy conflictiva pero no para tanto. Así, conflictivas, nos llaman a las mujeres que rechistamos, contestamos cuando algo nos parece injusto o decidimos defender nuestro espacio vital. Y digo vital, porque de espacio de vida o muerte hablamos cuando se trata el problema dentro de un avión.

 
Teniendo en cuenta de que no soy Tachenko, 1’63, casi no quepo en el asiento, por ejemplo, 4C, y es que, después de la pregunta:

-¿Ventana o pasillo?

- Pasillo y lo más adelante posible, por favor (me enerva oír el ruido del motor), respondo apresuradamente,

después de hacer infinitas colas en facturación, solicito pasillo para poder, al menos, sentirme libre por un lado y no aprisionada cual morcilla de Ontinyent entre el señor de al lado y la mini ventana vertiginosa y existencial.

Pero vamos al hecho. Me ocurrió que, intentando leer el periódico sin comérmelo literalmente, el encantador muchacho de delante inclinó, sin ni siquiera preguntar, su asiento sobre mis narices. Yo, para salir de tal encierro cual ‘Buried’ con un mechero que quema los dedos, delicadamente eché para atrás el mío. ¡Cuestión de sobrevivir! (Gloria Gaynor ponía la banda sonora con su orgulloso ‘I will survive!’)

Sucedió entonces lo inesperado. El educado muchacho nórdico que estaba sentado detrás de mí, empezó a dar salvajes empujones a mi asiento, así, cual vikingo envenenado. Y yo, de sangre araucana, me dejé llevar por la pasión del Caupolicán y casi le arranco la cabeza al vikingo con cuernos incluidos. De repente, mi angelito bueno me susurró, me recordó que debía actuar con tranquilidad y raciocinio. Y… ¡plín! Por primera vez en mi vida llamé a la azafata. Indignada yo antes que los de Sol, acusé a la autoridad, denuncié y, finalmente, gané en lo que terminó siendo sólo una batalla dialéctica seguida de un silencio mortal. Eso sí, los nervios no se me quitaron hasta después de pisar tierra.

¿Quién tiene la culpa de todo esto a parte de los vikingos? Las compañías aéreas que nos confunden con cajas de frutas, es decir, el dinero, que en nuestra sociedad está por encima de cualquier tipo de valores, por encima de cualquier tipo de persona, por encima de cualquier tipo de tapizado, ¡vamos! En este caso, lo único que valemos es el duro que tenemos. Nada, que dentro de poco nos tirarán como maletas dentro de las cintas, nos transportarán en carritos unos encima de otros y viajaremos amontonados en las bodegas de los aviones.



sábado, 8 de octubre de 2011

KEKITA

Tossa de Mar
Despierta hoy
tranquila,
feliz,
recordada.
A veces es tarde
pero siempre estás,
no te das cuenta quizá
pero siempre ocupas
el espacio vital de
mi sombra.

Despierta hoy,
te esperamos imponente,
superior,
mejor aún que ayer,
ejemplo, modelo y patrón,
sin recorte, sin retales,
al completo.
Y siempre vistes mi sombra.
Bandera de colores,
bandera hermana.

Despierta hoy feliz,
responde al teléfono,
dulcifícanos más,
que te llevamos siempre
a nuestra vera;
eres nuestra sombra
de colores,
nuestra vida, nuestra guía,
nuestro fraternal recuerdo,
nuestra sangre,
nuestra memoria,
nuestra historia.

lunes, 3 de octubre de 2011

PENSANDO EN DALÍ

La mitad de la pintura de Gala es como verla entera. Fantástica.
Pensando en Dalí.

Ese loco de Figueres
con bigotes como
largos pinceles.
Recordando sus mágicas
obras
sus dibujos
sus pinturas
esculturas
y su cadillac,
no sé si de segunda mano,
pero un tremendo cádillac que
surcó las aguas del Atlántico
y fue sostenido sobre el cielo
de Figueres
para volar a su teatro,
para instalarse en nuestras vidas.

Pensando en Dalí,
en Gala
en sus manos,
en sus sueños,
en sus trazos alargados,
en su surrealismo,
en su genial locura.
Gràcies per tot,
Salvador Dalí.