No tengo ni idea de lo que piensa Belén Esteban sobre este tema, la verdad. Tampoco sé si la llamada Princesa del Pueblo conoce el significado de MISOGINIA... Sin embargo, yo si lo tengo bien claro.
Este señor, lo llamo así por ser respetuosa, alcalde de Valladolid, el popular Francisco Javier León de la Riva ha hecho unas declaraciones denigrando a la socialista Leire Pajín que se me vuelven casi como una pesadilla.
Y es que no conozco, ni de lejos ni de cerca, a esta política. Lo único que sé que ella es una mujer que trabaja, que se dedica a un mundo que ha sido masculino por muchos siglos y que ha tenido que soportar una serie de comentarios absolutamente machistas e insultantes.
¿Cómo se atreve este hombre a hablar desde su supuesta superioridad de machito, dedicándole esa serie de lindezas?
Lo he escuchado como cinco veces y, cada vez, oírlo me provoca mayores náuseas; sí, esas tremendas ganas de vomitar, se me arruga la frente y pienso en qué diría este señor de mis morritos. Ufff, no me lo imagino haciéndome una revisión ginecológica. Vamos, ¡antes muerta que sencilla, antes muerta que mancillada!
Y es que cuando habla de los 'morritos' de la insultada Leire Pajín, en vez de en una consulta me lo imagino en un prostíbulo. Yo no sé qué hará este señor en su vida privada, ni me interesa, pero en sus declaraciones públicas demuestra ser un abusador de palabras pues las mal usa, insulta hasta al lenguaje, a nuestra Lengua Española.
Aunque muchas no se den cuenta, cuando un representante político insulta a una mujer, nos insulta a todas, nos humilla a todas y nos denigra a todas. Y lo peor es que el señor líder del partido popular no se ha manifestado ( MANIFIESSSTATEEE RAJOYYYY, MANIFIESSTATEEE... UUUU). Este lamentable y triste episodio me recuerda a Nevenka Fernández, esa mujer de su mismo partido (el PP) que también fue denigrada y, sin embargo, el PP prefirió apoyar a su alcalde. La destrozaron. ¡Total, era una mujer!
Y, de repente, me paro a mirar las dos fotos que aparecen en la cabecera de este texto y me asusto: ¿¡qué le pasa en la calva a ese señor!? Uy, ¿esas gafas no tienen muy gordos los cristales? ¿Ese moreno que lleva será de Uvas o de castañas? ¡Mira que es feo este hombre!
No sigo, pues no es mi estilo, me fuerzo en demasía.
Leire, ¡ánimo!, habremos muchas mujeres y hombres en nuestro país que te podramos criticar por tu trabajo, por tus decisiones, puesto que podemos estar o no de acuerdo. Eso sí, nunca te criticaremos por tu físico y mucho menos por que repartas condones. ¡Si necesitas ayuda, avisa, que no quiero que se me muera otro amigo de SIDA!