Seguro que Belén Esteban ya ha opinado sobre los pobres controladores aéreos, lo que pasa es que no me he enterado. ¡Qué pena! Y es que he estado desde ayer por la tarde tan enganchada a los diarios on line y a las noticias de las diferentes televisiones que me he perdido los gritos de Sálvame de Luxe.
Está claro que los pobrecitos controladores aéreos están tan mal económicamente que han alquilado una sala en un hotel de 4 estrellas cerca del Aeropuerto de Barajas. No sé de dónde van a obtener dinero para financiar tremendo gasto pues para que junten algún euro tendrán que hacer muchas horas extras. Supongo que estas últimas se las pagarán a unos 6 u 9 euros, como a la mayoría de los españoles.
Sé que muchos dicen que se exigen requisitos muy duros para ser controlador aéreo y que eso hay que pagarse. Ja, ja, ja. Se exigen requisitos muy duros para ser ama de casa y madre y eso no se paga. Se exigen requisitos mucho más duros para ser profesor@, para ser Ministro de Fomento, Presidente del Gobierno, médico o barrendero en las noches tremendamente frías como las de estos días.
Si los pobres controladores están nerviosos y tienen que tomar tantos ‘Lexatines’ que se vayan al hospital y cuando hayan esperado dos horas pacientemente pues que los médicos abandonen sus puestos de trabajo en todo el país sin previo aviso ni permiso legal. Eso, aclaremos, no se llama huelga (a lo que todos tenemos derecho por ley); eso se llama chantajismo y dictadura del más poderoso que es el caballero don dinero.
Así, estos irresponsables se han encontrado con el efecto boomerang. Nadie los quiere ni le da la razón, pues es simple: no la tienen. Es decir, espero que se queden sin trabajo. Es la mínima justicia que se puede hacer a los hasta ahora 300.000 pasajeros que se han quedado en tierra perdiendo sus vacaciones, su trabajo, su dinero; a los cientos de hoteles en Canarias que se han quedado sin sus clientes en un momento de gravísima crisis económica (cerca del 30 % de la población en paro); es la mínima justicia que se puede hacer a las personas que iban a hacer unas horitas extra en bares y restaurantes, hasta a las agencias de viajes que tienen que estar dando la cara por algo que ellos no han provocado.
A esperas de más noticias …to be continued…
Está claro que los pobrecitos controladores aéreos están tan mal económicamente que han alquilado una sala en un hotel de 4 estrellas cerca del Aeropuerto de Barajas. No sé de dónde van a obtener dinero para financiar tremendo gasto pues para que junten algún euro tendrán que hacer muchas horas extras. Supongo que estas últimas se las pagarán a unos 6 u 9 euros, como a la mayoría de los españoles.
Sé que muchos dicen que se exigen requisitos muy duros para ser controlador aéreo y que eso hay que pagarse. Ja, ja, ja. Se exigen requisitos muy duros para ser ama de casa y madre y eso no se paga. Se exigen requisitos mucho más duros para ser profesor@, para ser Ministro de Fomento, Presidente del Gobierno, médico o barrendero en las noches tremendamente frías como las de estos días.
Si los pobres controladores están nerviosos y tienen que tomar tantos ‘Lexatines’ que se vayan al hospital y cuando hayan esperado dos horas pacientemente pues que los médicos abandonen sus puestos de trabajo en todo el país sin previo aviso ni permiso legal. Eso, aclaremos, no se llama huelga (a lo que todos tenemos derecho por ley); eso se llama chantajismo y dictadura del más poderoso que es el caballero don dinero.
Así, estos irresponsables se han encontrado con el efecto boomerang. Nadie los quiere ni le da la razón, pues es simple: no la tienen. Es decir, espero que se queden sin trabajo. Es la mínima justicia que se puede hacer a los hasta ahora 300.000 pasajeros que se han quedado en tierra perdiendo sus vacaciones, su trabajo, su dinero; a los cientos de hoteles en Canarias que se han quedado sin sus clientes en un momento de gravísima crisis económica (cerca del 30 % de la población en paro); es la mínima justicia que se puede hacer a las personas que iban a hacer unas horitas extra en bares y restaurantes, hasta a las agencias de viajes que tienen que estar dando la cara por algo que ellos no han provocado.
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