Quisiera arrancarme de las entrañas
un poema dedicado a tí
pero mi orgullo se niega
a complacer mi debilidad.
Como lo real y lo fantástico
como un mito oceánico
tan lejos de la razón
tan lejos de mí
Como un dios del Panteón
andas riéndote de mi
por el Olimpo.
¡Qué yo no soy heroína,
qué no soy semidiosa!
y... aún sabiéndolo
andas riéndote de mi.
Y yo...
persiguiendo tu sonrisa,
sin alcanzarla,
sin tocarla.
¡Soy mortal, sin atributos!
Como una hechicera del oráculo
te consulto mi destino.
Y tú...
que andas riéndote de mi,
que apareces y desapareces,
como ave que augura
un futuro siniestro
una tragedia griega
me lamento
y queda de mi
menos, mucho menos
que un fragmento.
Y no logro arrancarme
un poema dedicado a tí.
Es que es precioso.
ResponderEliminarDe los más bonitos de sus poemas, aunque no sepa elegir.
Jan.