No deja de rondarme en la cabeza. Sí, sí, Justin Bieber.
Aún no sé qué pensará Belén Esteban de este agradable muchacho que llega a España y va a la rueda de prensa con la capucha puesta y con el discurso aprendido.
Yo, la verdad, es que opino que le falta crecer y madurar. Sin embargo, no me preocupa ni lo más mínimo el futuro de un muchacho canadiense, aunque es bastante previsible. Lo que me preocupa y mucho es que este muchacho insulso /beibi, beibi, beibi, ahhhhh/ tenga vueltas locas a las adolescentes españolas y la permisividad de sus padres.
Cuando yo era adolescente era impensable faltar al colegio o al instituto. Era nuestra obligación y nuestro derecho y con eso no se jugaba. Pero hoy en día, resulta que veo escandalizada imágenes de niñas, madres y algún padre haciendo cola durante días para obtener una entrada y un buen sitio en el concierto del Justin. Y claro, esto se veía con los Beatles o los Rolling Stones, pueden contraargumentar algunos. El problema es que estas niñas tenían permiso para faltar al instituto, es decir, hacían cola en días que tenían que estar en clase. El error es que la mayoría de los padres lo han permitido, lo han consentido..
Esto se traduce en que muchos adolescentes no le dan a sus estudios la importancia que se merecen. No se dan cuenta de que no abandonarse en el pupitre, que hacer sus deberes y prepararse sus exámenes es la obligación que tienen en esta etapa de sus vidas. No nos encontramos adolescentes que digan que no quieren estudiar y sí trabajar, no, ni estudiar, ni trabajar. Todo ello, sumado a un insistente ‘me aburro’, a un taladrante ‘estoy cansado’ y a un vocabulario difícil de corregir hace que me vuelva a preguntar qué pensará Belén Esteban de esto y si ella dejaría a su hija Andrea que faltara a clases porque su ilusión es ver al Justin Beibe, Beibe, Beibe, aahhh.
Más adelante muchos padres se preguntarán: ¿qué he hecho mal, si le he dado todo lo que quería?
Por cierto, yo me quedo con Lady Gaga y con los artistas callejeros.
Mientras, Revolución y guerra en el norte de África, terremotos y tsunamis en Japón, Haití en una espiral sin salida, ...
Mientras, Revolución y guerra en el norte de África, terremotos y tsunamis en Japón, Haití en una espiral sin salida, ...
Me gusta.... Muy bonito...
ResponderEliminarLleva usted mucha razón.
ResponderEliminarPero ya verá, Justin Bieber será una moda temporal. Igual que los Jonas Brothers (ya nadie habla de estos), High School Musical y otros Disney Channeleros que les llamo yo.
En cuanto a los gustos musicales: en mi opinión la mayoría de música española está muy atrasada (en mi opinión). No existe ninguna Lady Gaga ni siquiera un Justin Bieber español. Nos refugiamos en lo tradicional y típico de nuestro país (Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Melendi...). Aunque estos también me gusten no me aportan nada. Se salvan unos pocos como Mecano, Shakira (con un estilo que gustan a unos y odian otros, pero con estilo propio y nuevo) o La Oreja de Van Gogh (mi grupo favorito).
Lady Gaga ha hecho esto justamente. Ha creado un nuevo estilo. No hay un grupo relativamente amplio que la odie - al contrario de Justin Bieber- y ha revolucionado el mundo de la música.
Artistas como Beyoncé, Mika o Christina Aguilera han confesado que se han visto influenciados por su estilo tan particular.
Además, los mensajes que transmiten sus canciones ayudan a mucha gente a sentir que la libertad y el respeto son complementarios. El primero sin el segundo es un caos. El segundo sin el primero es una prisión sin nada más que limitaciones.
Mis favoritos: Lady Gaga, La Oreja de Van Gogh y Leona Lewis.
Muy buen texto, como habrá notado me encanta el mundo de la música.
Que pase un buen finde! (o mejor que el mío)
Jan