YO OPINO...DE DES-CONTROLADORES AÉREOS (2ª PARTE)

No hay presión que justifique ni avale el terrible chantaje hecho por los controladores aéreos durante el pasado fin de semana. Eschucho en Sálvame a un familiar de un controlador que lo único que hace es lamentarse de la 'explotación' que sufre dicho colectivo de 'trabajadores'. El supuesto familiar, y digo supuesto pues parece más uno de ellos, se niega a decir el sueldo que ganan pues le parece lo de menos: como si no hubieran puesto al país casi en estado de quiebra porque les tocan el bolsillo. Si no es por la reacción rápida y acertada del gobierno, el país estaría definitivamente hundido. Resulta que todos sabemos que los controladores están molestos porque les tocan el sueldo y porque los hacen trabajar...
Encima hemos tenido que leer en la prensa que unos de los controladores manifiesta que ellos no son unos simples reponedores del Pryca. Me gustaría que dejaran su trabajo si no les gusta, si están tan mal, que se marchen y que pidan trabajo en cualquier supermercado y que comiencen reponiendo. En el caso de que no les gustara la medida de las latas o las cajas les pesaran demasiado, pues nada, que dejen de ir a reponer, a ver qué pasa. Para defender su espacio, no es necesario simularse superiores a los demás.
Pienso que los controladores no han hecho una huelga. Las huelgas son legales y todos los trabajadores tenemos derecho a hacerla cuando lo creamos conveniente. Sin embargo, ellos no han hecho ninguna , pues estas son legales; simplemente han dejado de ir a trabajar de un día para otro; han abandonado sus puestos de trabajo y todos a la vez, sin previo aviso e ilegalmene. Imposible que todos tengan bajas médicas legales, sin trapicheos y amiguismos por medio... Vale ya de tanto victimismo. Si no les gusta su trabajo, al paro y a buscar otro destino.
No hay justificación válida para dejar a 600.000 personas en tierra, tirados durmiendo en las cintas de las maletas, en los suelos gélidos y duros de los aeropuertos, en los incómodos asientos pendientes de sus equipajes, midiendo muchos la peseta pues a todo el mundo no le sobra para tanto café con leche entre espera y espera...
No hay justificación alguna para bloquear el espacio aéreo de un país y dejar en tierra a pasajeros que vienen como turistas al nuestro, el problema va más allá de nuestras fronteras. Han terminado de minar nuestra imagen y han quitado ingresos muy necesarios a muchas empresas grandes, medianas y pequeñas. Han causado pérdidas de cientos de millones de euros. ¿Piensan ellos que nos dan alguna pena?
¡Qué ellos han tenido que preparase mucho! Muchos otros también: médicos, profesores, jueces, abogados, psicólogos, policías, militares, matemáticos, físicos, músicos... Y suerte han tenido por poder prepararse pues esto sigue siendo un privilegio en nuestro mundo.
Quizá deberían pasarse unas semanitas encerrados en una mina sin poder salir. Podrían emigrar a Francia para vendimiar o quedarse en España barriendo calles en madrugadas invernales o a mediodía a pleno sol infernal. Quizá así medirían las consecuencias de sus actos y se enterarían de qué es la libertad y de cómo hay que usarla y disfrutarla.
La libertad y la democracia no consisten en someter a los demás cuando uno no está a gusto. Denuncien, no abusen.